Hablamos hasta aquí de algunos “ingredientes”
imprescindibles que componen nuestro espacio tridimensional. Elementos, a los
que sin duda agregaría otras piezas y mucho “condimento” en la manera de
diseñarlos, disponerlos, y componerlos. Para conformar arquitectura.
Lejos de querer dar una “receta” absoluta (por buena que sea),
porque que sin duda resultaría siempre insuficiente.
La idea es que
adquieran cierta noción de aquellos elementos esenciales y los desarrollen
dándole, “sabor” y originalidad a su
arquitectura.
Claro que esto requiere cierta paciencia, y al mismo tiempo
perseverancia, para que los sabores de la arquitectura se fundan e impregnen
intensamente.
“Profundizar la mirada
y extraer los conceptos básicos, NO significa empezar de cero, re elaborado el
planteo, haciendo una nueva volumetría, que muchas veces, con matices son
similares a las anteriores.
SI, por supuesto, estas
volumetrías seguirán transformándose. Encontrando nuevos elementos que carguen de
contenido la propuesta pero siempre manteniendo su esencia.
En términos
arquitectónicos existe en nosotros una reticencia común para abordar temas
desconocidos, por lo que deambulamos “dando vueltas” sobre gestos y trazados
aprendidos. Creyendo que encontrar mejores caminos nos facilitará el desarrollo
posterior de la propuesta.
Esta falsa búsqueda nos
llevara indefectiblemente al mismo punto, especie de “limite virtual donde las
dudas acechan”.
Es necesario para
dejarlas atrás, avanzar sobre la resolución. Concretar lo intuido, revelar las
incógnitas, tomando decisiones a partir de la claridad de ideas y conceptos
abordados y expresados.”
Se abre aquí una disyuntiva importante.
Que transita el ámbito de la indagación a la
concreción de las ideas.
En la cual LA
TECNICA y SU DOMINIO se vuelven imprescindibles.
¿Pero de qué técnica hablamos?
La técnica que nos permita profundizar el “conocimiento
del hacer”.
Entendiendo, no solo como Técnica, aquellos procedimientos o
conjunto de reglas, normas o protocolos, que tienen como objetivo obtener un
resultado determinado.
Sino como manifestación del trabajo realizado en forma manual
por cada uno de ustedes, verdaderos “arte-sanos”
de las ideas, la especialidad, la forma. Puesto de manifiesto en sus dibujos,
plantas, cortes, perspectivas, volumetrías. “Expresión del arte”, donde se incluyen además de herramientas y
procesos, el uso de formas, estructuras, etc.
Donde la palabra “arte” o “técnica”
es usada como medio de expresión de carácter netamente creativo.
Pero también “arte-sanos” de
la materialidad que hace posible la arquitectura.
Y hay en este hacer del
diseñador una cuota importante de la tarea
necesariamente laboriosa, casi obsesiva …
…para
resolver, dominar y concretar la forma.
Marcelo Bruttomesso
Marcelo Bruttomesso