Van algunos ejemplos de trabajos que a mano firme van avanzando en esta etapa de la propuesta en que la estrategia o las estrategias planteadas van logrando su verificación a fuerza de concreción y definición arquitectónica, develando qué de aquellos trazados devienen en edificio, cuál de los variados estratos en sendero o en semicubierto.
Verificando que la primera intención de acomodar y articular los diferentes usos al territorio se adecuen a la lógica intrínseca de los espacios públicos, semi públicos y privados logrados; a su relación con los edificios existentes, con el tejido, sus casa y su gente, y con el agua y el paisaje o el enmarque del paisaje que hubiéramos propuesto, con el cercano horizonte de agua y con el vasto horizonte verde y rural.
Etapa de concreción que se simienta, en un devenir natural, en todas las etapas desarrolladas desde el inicio del curso, buscando ahora una definición arquitectónica que se exprese en su materialidad, en su lenguaje, en su escala, en su estructura, en su ritmo.
Haciendo uso de todos los elementos con los que se define arquitectura, en dónde, indudable e indefectiblemente, debremos valernos del dibujo, del monge, del estudio de las proporciones, del reconocer los espesores de los materiales, de las sombras indicadoras de profundidades, del orden geométrico ordenador. Sin dejar de lado aquellos croquis, que junto con las maquetas, nos proporcionan una idea mas acabada y concreta de los espacios definidos.
Tengan en cuenta que al no disponer de mucho tiempo de desarrollo debieran optar por concreciones sencillas, que no renuncien en nada en la profundidad de la mirada pero que incorporen como condicionante el tiempo con que se cuenta.