Siempre en discusiones de modista:
que si desceñida o apretada…
que si la túnica o que si la casaca…
¡Basta ya! La palabra es un ladrillo. ¿Me oísteis?...
¿Me ha oído usted, Señor Arcipreste?
Torre tiene que ser alta…alta…alta…
Hasta que no pueda ser más alta.
Hasta que llegue a la última cornisa
de la última ventana
del último sol
y no pueda ser más alta.
solo,
el último ladrillo…la última palabra,
para tirárselo a Dios
con la fuerza de la blasfemia o la plegaria…
y romperle la frente…A ver si dentro de su cráneo
está la Luz… o está la Nada
Texto aportado por Federico Sartori
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