La recta y la curva

La línea geométrica es un ente invisible. Es el rastro que deja el punto al desplazarse y, por lo tanto, es su producto. Emerge con el movimiento cuando el reposo del punto se destruye por completo. Hemos pasado de lo estático a lo dinámico.
La línea es absolutamente opuesta al elemento pictórico primario: el punto. Es un elemento secundario o derivado.
Las fuerzas que proceden del exterior y transforman al punto en línea son diversas: las diferencias de las líneas dependen de la cantidad de esas fuerzas y de sus agrupamientos. (…)
Grupo I: cuando una fuerza procede del exterior mueve al punto hacia cualquier dirección, emerge la primera clase de línea; la dirección permanece inalterable y la línea parece extenderse infinitamente.
Así es la recta que constituye con su tensión la forma más sencilla de la infinita posibilidad de movimiento.
(…)
1- La forma más sencilla es la recta horizontal. Para la percepción de los hombres esto equivale a la línea o al plano sobre el cual el hombre se erige y se desplaza. La línea horizontal es entonces la base protectora, fría, proclive a ser prolongada en distintas direcciones sobre el plano (…)
2- La antítesis de esta línea es la vertical, que forma con ella un ángulo recto; la altura se contrapone con la planicie, y el calor reemplaza al frío (…)
3- El tercer tipo es la línea oblicua (…) la forma más despojada de la infinita y templada posibilidad de movimiento.
(…)
Grupo II: Si dos fuerzas ejercen su acción sobre un punto, de modo tal que una de ellas supere paulatinamente en presión a la otra, de un modo invariable y continuo, emerge una línea curvada, cuyo caso típico es la curva simple.
En realidad se trata de una recta que fue desviada de su rumbo por una presión lateral continua; cuanto mayor es la presión, la curvatura de la recta es más cerrada y mayor el desplazamiento hacia fuera y también mayor la capacidad de cerrarse sobre sí.

(…) La madurez, la tonalidad completa y maleable de la curva nos permite clasificarla como lo centralmente opuesto a la recta. La emergencia de la curva, que practica una obturación absoluta de lo recto, nos conduce a la sentencia siguiente: la recta y la curva son la dupla fundamental de líneas opuestas. La línea quebrada debe concebirse como una transición entre ambas: alumbramiento, adolescencia y madurez.
En tanto que la recta es la negación absoluta del plano, la curva conlleva dentro la semilla del plano. Es cierto que las dos conducen al punto bajo diversas condiciones, pero la curva creciente vuelve más tarde o más temprano al punto de inicio. El inico y la meta confluyen, disolviéndose al instante y sin dejar rastros. De este modo emerge el plano más inestable y simultáneamente más estable, el círculo.

(...) No obstante, la recta parapeta finalmente, entre sus rasgos más recónditos, el hondo anhelo de generar un plano, transformándose de este modo en un ente más denso, más volcado sobre sí.

(...)Si intervienen sobre un punto más tensiones opuestas, alternadas, más orientaciones, los planos resultantes serán mucho más complejos. Las posibilidades son infinitas.

La raíz primitiva de toda línea cuando se desatienden los rasgos provistos por las tensiones interiores, cuando se disuelven los procedimientos creativos, es únicamente su fuerza.
El embiste de la fuerza con la materia introduce en ella el estado latente, manifestando tensiones El elemento, producto efectivo de la labor específica de la fuerza sobre la materia, es la interioridad, manifestada en tensiones. La línea ofrece el ejemplo más nítido de este proceso de creación, que se reitera con uniformidad y permite, por ello, una aplicación uniforme y precisa; así la composición se constituye como una organización uniforme y precisa de las fuerzas latentes en los elementos, en forma de tensiones.

...Estos complejos lineales, independientes entre sí, pueden incluirse en otros mayores, que a su vez pueden conformar vastas composiciones, del mismo modo que el sistema solar sólo constituye un punto del universo.
La armonia total de una composición puede componerse de diversos complejos que se desarrollan hasta la máxima oposición. A pesar de que los antagonismos tienen una naturaleza disarmónica, su aplicación no lo será; intervendrán positivamente para la instauración de una armonía generalizada...

...En rectas y curvas también se expresa el ritmo del verso poético y sus variables pueden traducirse gráficamente con precisión; estamos frente a la métrica del verso. Además de la medida rítmica longitudinal, el verso presenta en su pronunciación virtual una línea melódica de ascenso y descenso, alternancia de tensión y aflojamiento, ya que las mismas remiten espacialmente al contenido. La variación de la línea melódica regular está supeditada al recitador, y de este modo, sujeta a la mayor libertad, así como en la música depende del intérprete la variedad de potencia sonora...

...El punto es igual a quietud. La línea es tensión interna, dinámica, originada en el movimiento. Los dos constituyen cruces y combinaciones que instauran un código específico, intraducible en palabras. La expresión pictórica adquiere mayor concisión y exactitud al eliminar los “agregados” que obturan y ocultan el sonido interior de este idioma. La forma abstracta nos ofrece el sonido latente...

(V. Kandinsky, PUNTO Y LINEA SOBRE EL PLANO, Cap.3 La Línea, extractos)