Decía en la charla de la Bienal el filósofo Tomas Abraham que la diferencia entre un Profesional y un Intelectual radica en la capacidad del intelectual de reflexionar sobre el hacer personal.
No se trata entonces del intelectual mal entendido , aquel que habla con palabras herméticas, o hace gala de artilugios literario para impresionar a la audiencia.
Un intelectual arquitecto
es aquel que hace
y
Reflexiona sobre su hacer
ajustando y perfeccionando
gracias a su legítima reflexión
su que-hacer?.
Según su hipótesis el que meramente hace su trabajo específico correctamente pero sin reflexión es un Profesional.
En este punto no valora la etimología de la palabra Profesión como Mario ( de profesar.. de dar fe) sino que adscribe a la interpretación moderna en tanto experto específico en un tema con incluso una cuota de mercenaria adscripción a la especialización.
La tríada Idea Materia Habitar
que es como decir Forma Tectónica Uso
Es la piedra de toque del arquitecto... lograr el equilibrado blend de estos conceptos paradigmáticos es la búsqueda.
Podemos ponderar , de acuerdo a nuestra voluntad e ideología arquitectónica, alguno de ellos pero lo que no podemos es despreciar a ninguno.
El desprecio de cualquiera de ellos implica una inexorable debilitación del organismo arquitectónico al punto de su des-integración.
Sin duda que la integridad es uno de los atributos esenciales de la belleza.
Al decir de Abraham reflexionar sobre esta tríada y evaluar como juega cada una de las variables en sus proyectos me parece que es un buen consejo .
Marcelo
Tuesday, November 04, 2008
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