Sunday, June 13, 2010

Abovedada. Silvia Correa







Silvia eliminó, en una porción de su terreno, los estratos inferiores. Dejando cuidadosamente el verde superior, aquellos árboles contemporáneos del paraíso, último límite vegetal. Planea así, cobijarse bajo este manto. De este modo, abovedada, genera un segundo techo arquitectónico que la cubrirá del sol y la beneficiará climáticamente. Desde allí, la escuela se asoma donde es conveniente y se guarece como animal en su madriguera, cuando no.
El edificio conformado se permeabiliza, se abre a los sentidos, a escuchar ese sonido sin márgenes dado por todo tipo de vida circundante. La mímesis está lograda, la no ruptura del colchón verde, también; la vida de la selva no ha sido alterada.
La relación concreta entre volúmenes y usos es una cuenta potente a desarrollar, al igual que la definición de los mismos desde lo material que, al momento, parece acercarse a la arquitectura vernácula de la zona.

Pilarsides

1 comment:

halman said...

Realmente impresionante. Cuando construí mis galpones busqué inspirarme en este tipo de construcciones. Me dedico al alquiler de galpones para galerías de arte, por ello.