Rosario Menendez

La arquitectura es un conjunto de ideas nebulosas, anteriores a la propia presencia o necesidades del lugar, que toma una forma en su reacción al irrumpir contra los contornos de la vida.

Habitar la arquitectura se sitúa en el umbral donde el sujeto que vive con este fin de la creación de mundos se le permite plantear procederes, modos de hacer arquitectura mediante los cuales el sujeto llegue a conocer más, sentir más, a ser capaz de construir esas miradas desde las que atrapar y hacer suya una ides del mundo.

El parrafo anterior no es de mi autoria, no recuerdo de donde es este extracto, pero creo que explica desde donde nos paramos para entender el siguiente trabajo.

Rosario genera un edificio por momentos introvertidos, recorrible, inquieto y por otros contemplativo, recorta y enfoca particularidades de Victoria.

Toma el punto mas extremoo del espigon, el punto mas extremo de la construcción racional, nos introduce al sistema por un punto donde confluyen una serie de senderos,

se podría tomar esto como una decisión errónea ya que de alguna manera no respeta la necesidad de clarificar un lugar desde el cual acceder, el como movernos dentro del mismo, y como relacionarnos con su principal programa (estación fluvial).

pero tambien podemos entenderlo como una organización que fuerza nuestra decisión, estamos obligados a elegir, nos propone una especie de juego, caminar por la terraza, rodear el objeto, relacionarnos con el agua, entrar por una especie de embudo a una gran nave galponera, definitivamente un laberinto.

Se bifurcan los senderos, pasan de un medio a otro, ya sea exterior, interior o intermedio. Cada medio es vibratorio, es decir un bloque de espacio tiempo definido por una componente.

La arquitectura codifica los medios o propone aislarlos , relacionarlos entre si con el fin de crear espacios distintos, delimitar esos espacios.

El trayecto intenta la ligazón de estos medios, los atraviesa, modifica nuestra percepción.

La subjetividad de sus recorridos provoca distintas formas de ver Victoria o por momentos no verla, que haya que descubrirla, exige de nosotros una participación, un compromiso con su trayecto.

Por momentos nos deja solos, nos expulsa hacia lo mas profundo de lo natural, nos hace flotar sobre ello sin tocarlo, produce en nosotros esa sensación de lo desprotegido, llevándonos por uno de esos pequeños senderos hacia el interior de la planicie del río, somos observadores externos a los sucesos.

La arquitectura se debe alimentar de las acciones y de la naturaleza transformandola en invenciones espaciales.

El objeto no es el protagonista sino el espacio dinámico creado por las acciones que se desarrollan en torno a los objetos.

Rosario tendrá continuar y profundizar en su búsqueda , tendrá que desarrollar una serie de puntos, entre ellas estará definir esos recorridos con sus trazados, armar la singularidad de los espacios, tanto anivel vivencial como programático .

Estos trayectos no deben ser entendidos únicamente como vectores, se modifijan a traves de los flujos, de las intensidades de su trayecto.

Austeruidad del objeto, haciendo foco en las particularidades , deben ser pocos los elementos pero estratégicamente resueltos para poder conseguir una mayor expresión de lo vivencial.

Francisco Javier Favoretto