Sunday, October 16, 2011

CONFORMANDO EL PAISAJE Romina Plaza



La propuesta de Romina es consecuente con la idea general que la antecede. Es una propuesta modeladora del sitio planteandose como referencia urbana y del borde de Victoria, sin grandilocuencia, pero con la contundencia que genera la idea de una única cubierta originalmente simple, sugerida casi naciendo del suelo, que se va complejizando y contorneandose para calibrar y calificar diferentes espacios interiores y exteriores, medidas y gestos.




La propuesta se posa sobre el espigón existente jugando con la dualidad que sugiere un edificio navegando entre dos aguas, una calma y dominada (la caleta) y otra sin domesticar, dando respuesta a esas dos caras, animandose y proponiendo intervenir sobre el borde menos urbanizado dandole un nuevo caracter al espigón y un nuevo sentido de recorrido. Entendiendo que también la gracia y el acierto de un edificio con su paisaje pasa por proponer un recorrido correctamente tensionado por los usos donde estos y el programa juegan al servicio de la idea moldeando los espacios y dandole las medidas propias de sus necesidades, donde toman el valor de ser articuladores y calibre de los espacios vitales de un edificioy no como meros contenederos de usos a resolver sin estar al servicio de un pensamiento, es una exactitud que no está dada por la medida sino por el juego y la proporción de los elementos.

En este punto se aborda a la estación fluvial desde el recorrido que genera un semicubierto desde el origen de la cubierta cobijado por el edificio y la estructura y que colaboran en lograr una escala apropiada a un edificio institucional sin suponer que todo pertence a espacios cubiertos sin lugares articuladores entre el espacio urbano y el edificio. No hay duda ni especulación para acceder el edificio en su centro previo a recorrerlo y relacionarlo con el muelle casi como un paseo que lo antecede donde la virtud pasa por reconocer no solo un ingreso sino un nuevo paisaje.






En relación a este trabajo en particular y del taller en general me interesa transcribir un artículo de Adolf Loos y un comentario de un crítico de Arquitectura, José Quetglas.

" El maestro cantero está petrificado-dice Loos- ve y siente el mundo a través de unos ojos fitrados desde la piedra, es incapaz de fantasear al margen de lo que en la piedra hay y de lo que la piedra puede dar. "Piénsese. El hombre ha trabajado desde la los catorce años, doce horas en el gremio. No es maravilla que vea al mundo diferente a l pintor. Cuando toda una parte de su vida se pasa trabajando solo en la piedra, se empieza a penasar petreamente. El hombre tiene un ojo pétreo, que convierte a las cosas en piedra. Al hombre se le ha vuelto una mano de piedra. Bajos su mirada, bajo su mano la hoja de acanto y la de parra tienen otra apariencia que bajo la mirada y la mano del platero. Pués este lo ve todo de metal."

La pregunta ahora es: ¿ y como lo vé el arquitecto?

Creo que esta pregunta está atravesada y dando respuesta en el trabajo de Romina ya que esa mirada sin preconceptos moldeada por ese ojo y esa acción enmarcada en un sitio y sus circunstancias hace a una forma de pensar, proceder y de imaginar, donde está imaginación no puede estar desvinculado del lenguaje, de la materialidad, de la estructura, donde la arquitectura no sean objetos construidos sino un modo de imaginar.

Favio Teti

1 comment:

Anonymous said...

siempre las mismas estrellitas brillan por acá eh, abuuuurre