La manzana del pasaje es un claro extracto de lo que sucede en la zona: antiguas casas chorizo, cada tanto un edificio y un colegio. Aquí, en la manzana, encontramos estas tres variables, a las que se suman una iglesia y un pasaje. La impresión que tengo del lugar es la convivencia sincrónica de lo viejo y lo nuevo y de los usos institucional y residencial, no habiendo claras agrupaciones....
Son éstos saltos de escala los que van conformando el ejido urbano en esta zona.
Lo que propone el pasaje es el tiempo barrial en su máxima expresión, que resguarda a los vecinos del ruido, del consumismo y del tiempo fugaz de la avenida, al tiempo que podría hacer las veces de atrio lateral de la iglesia (en cuanto a extensión de la misma).
Y ésta es la principal motivación de mi propuesta: la de recrear los accesos de la iglesia en la biblioteca, con una entrada principal hacia Hipólito Yrigoyen y una secundaria hacia el pasaje, abriendo éste hacia la calle a través de una apertura graduada y de eje quebrado. La presencia del movimiento de desplazamiento que empieza en la biblioteca se completa con la iglesia. Y la centralización y el nucleamiento se dan en el lugar de relación de viviendas, biblioteca , pasaje e iglesia...Este es el lugar más público que antecede a otros menos públicos y más propios de cada destino, conformados por el tratamiento calibrado de los vacíos que se completan con los ya existentes. En este sentido, mi interés es lograr una resignificación en altura de la agrupación de los patios de las casas bajas, generando vacíos a través de los cuales se retroalimenten las partes.
Regina Uribe
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